Los chismes son terribles destructores de carreras y propagadores de mala fama. evítalos con nuestros consejos.
Si escuchas algo como: «Oye, ¿ubicas a José, el de ventas?».
Dirás: «Claro. Me gustó su presentación de la semana pasada».
«En cuanto escuches el nombre de alguien, resalta algo que te haya impresionado de esa persona», dice Tim Hallett, sociólogo de la Universidad de Indiana, en Estados Unidos, quien estudia el chisme. Si alguien quiere atacarlo, tendrá que contradecirte -algo que la mayoría de la gente evita hacer en este tipo de situación, de acuerdo con Hallett.
Si escuchas algo como: «Apuesto a que José se duerme bajo el escritorio».
Dirás: «¿Qué? Pero siempre entrega a tiempo -y lo hace bien».
No temas llevar la contraria. Se necesita valor, pero justo por eso funciona. «Una vez que una persona asevera algo en una conversación, se crea demasiada presión para evitar el conflicto y el interlocutor termina por acceder», añade Hallett. Debes hacerlo pronto, antes de que otros se sumen.
Si escuchas algo como: «Me enteré de que José se acostó con la morena de intendencia».
Dirás: «Qué loco. Pero no creerás lo que he escuchado sobre él».
Si no puedes ganarles, entonces chismea con ellos. Entre más charlen sobre una persona, más información habrá sobre él/ella y su conducta real -lo que disminuye el poder de rumores falsos, de acuerdo con un estudio alemán realizado en 2008.