El entrenador Mike Krzyzewski tuvo problemas con sus articulaciones. Escucha sus consejos y evitarás lesiones.
Es difícil imaginar el mes de abril sin los Diablos Azules de Duke y sin el entrenador Mike Krzyzewski. Pero por poco y sucede. «Tuve varios dolores de osteoartritis en las caderas que me hicieron pensar si debía renunciar al baloncesto», confiesa.
La edad no era el problema; fue la presión a la que sometió sus rodillas durante su carrera, además de los desafortunados aspectos genéticos. He aquí lo que el coach le dice a sus jugadores para que eviten la maldición.
1 Escucha tu cuerpo
«Cuando sentía dolor, lo ignoraba (eso fue lo peor que pude hacer)», cuenta. «Le digo a mis jugadores que averigüen por qué sienten dolor y luego decidan si van a jugar o no. Trágate el orgullo y sométete a tratamiento». Si has sentido molestias crónicas en las articulaciones durante dos semanas o más, visita al médico.
2 Prepárate para los juegos
«Cuida las articulaciones y ligamentos con ejercicio antes de jugar en vez de hacerlo después del partido», recomienda Krzyzewski. Esto mejora el flujo sanguíneo y activa los músculos, lo cual los hace más resistentes a la tensión generada en los deportes. Para mayor impacto, realiza un calentamiento para articulaciones que trabaje los músculos desde varios ángulos.
3 Pierde el equilibrio
Según un estudio holandés, el ejercicio te ayuda a prevenir la osteoartritis en las caderas y rodillas. Para evitar el desequilibrio muscular que puede activar el padecimiento, trabaja los músculos estabilizadores pequeños con ejercicios que te hacen perder el equilibro. Los levantamientos de peso muerto con una pierna o presiones con una mano sobre banca funcionan muy bien.
El entrenador Mike Krzyzewski